miércoles, 5 de diciembre de 2007

PERSONAS NARRATIVAS...

Leer un cuento a partir de la comprensión del rol de cada personaje (incluyendo al narrador) da la oportunidad de adentrarnos en la historia para identificar los matices que presenta y las voces que nos hablan y nos guían a través de las palabras, así como las revelaciones o silencios profundos que nos capturan.


En El hombre de Rulfo se revelan distintas voces a partir de un narrador pertinente, discreto y a la vez omnisciente que se ve alterado poco a poco y de manera contundente por las distintas voces de los personajes. El perseguidor “dialoga” con el perseguido, pero el relato en primera persona se origina a partir de la entrada de un nuevo personaje, el pastor, generando el cambio de perspectiva en el lector. Un final con un hecho no enunciado pero si anunciado.

En Ptósis de Nettel se evidencia claramente la aparición de un narrador-personaje, permanente y en primera persona que nos da cuenta de sus recuerdos, evocando en ocasiones diálogos. Es una historia sencilla que logra atrapar al lector.

En el caso de Éxtasis de Mansfield se manifiesta un narrador omnisciente que nos revela de una manera próxima las sensaciones de Bertha Young y las diferentes situaciones que se generan en la cena, sin embargo se genera el diálogo de Bertha con ella misma para dar continuación a los diálogos con los otros personajes. No logré entender, y logró distraerme, el empleo de la cursiva, ¿se quiere exaltar de otra manera más sutil el éxtasis del personaje?.

Finalmente con ¿Recuerdas Juana? de Helena Iriarte se identifica el empleo indudable de la segunda persona, un tu que evoca constantemente un juego entre el yo consciente y el inconsciente (Deja atrás a tu sombra y a mí; ¿puedes reconocerte en mi como entonces?; recuerdo, ¿recuerdas que pensaste;... tu padre que habitaba en el centro y YO tan cerca de tu soledad; te dejé sola perdida en la inconsciencia), logrando transportarme de una manera intensa a través del recuerdo, del olvido, de la soledad y la imaginación, de la lucha por recordar, de los sentimientos de Juana, sus carencias profundas, sus deseos y miedos, a partir de una situación límite ( la muerte de su padre) que genera un sin fin de consecuencias en su vida dando paso a la división del relato en dos partes, mañana y tarde, que da cabida para la inclusión de una tercera por parte del lector.

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