martes, 29 de enero de 2008

una pionera pide sus opiniones

Autobiografía De Una Obsesión

Queridos amigos, familiares y lectores,

Tengo tantas cosas que escribir, pero tan poco tiempo. Por eso iré rápidamente al grano, es decir a lo que me atormenta: ¿cómo comenzó esta dierra escritural que me está matando? Ya no puedo dejar de escribir, todo lo tengo que comunicar y hasta he puesto de espectadores a mis amigos, ellos ya no me visitan están cansados de escucharme. ¿Por qué me gusta narrar?, bueno no sé creo que todo comenzó con mi padre un excelente orador que me contaba cuentos todas las noches pero no eran cuentos de hadas sino de su propia vida. Me narraba cómo había pasado de culebrero “Quieta margarita, quieta animal feroz que primero fue el redentor que voz”, a político respetado en Barrancabermeja, bueno, hay que entenderlo es paisa, ¿qué podemos hacer?, pero esa es otra historia.

Mi obsesión literaria se sembró con mi padre pero fue creciendo poco a poco y el destino me fue llevando como en una tragedia griega, a mi propio designio sin poder evitarlo. Por una extraña vuelta del camino en vez de escoger ingeniería química escogí actuación. En teatro descubrí grandes historias y me fui enamorando de manera obsesiva, ¿cómo más se enamora un loco? Primero de los clàsicos: shakespeare y Moliere, luego llegó Federico García Lorca y sus personajes: Yerma, Marianita Pineda, la madre de Bodas de sangre. También conocía a Woody Allen con “la bombilla que flota” y a Tenesse Williams con “El zoológico de cristal”, donde interpreté el personaje de Laura, una niña provinciana, tierna, sobreprotegida y de cristal, es decir fácil de romper; lo que era yo en ese momento.

Cuando estudiaba comunicación social me dio por realizar un encuentro de escritores jóvenes “Toma la Palabra Bogotá”, sin embargo me sentí vacía porque yo no quería organizar un encuentro de escritores, lo que quería era ser una escritora. El inconveniente era que lo único que yo escribía era mi diario, porque siempre me ha dado por escribir para entenderme, mejorarme y quererme. Necesito escribir porque me ayuda a dominar mis pensamientos y encaminarlos.

Mi primer cuento lo escribí cuando terminé con mi novio con el que viví casi un año. El televisor, la cama y el equipo de sonido eran de él, cuando se fue de mi apartamento, me dejó sólo con lo que yo tenía, es decir, mi colchón, mi nevera, mi computador y yo misma.

Y ahí sin novio, televisión y radio, me puse a leer. Saramago y Cortazar fueron mis mejores aliados para no pensar, porque no quería pensar ni sentirme sola, ni perderme en el colchón buscando un hombre. Cuando buscaba entre las sábanas un cuerpo encontraba la literatura y me abrazaba a ella para olvidar, para no sentir, para llenar el vacío del lado izquierdo de mi cama.

Llegó el momento de realizar mi tesis, y yo traté de luchar contra mi destino, hice una idea de guión y al leerlo, mi profe de ficción dijo “no sirve, es muy literario”, y yo con mi terquedad intenté otra vez y escribí una idea de un documental y el profesor de documental II me dijo: “no se puede realizar, es muy literario”

— ¡Mierda! — exclamé y me dejé de pendejadas y probé con un cuento.

Ahí la cosa empeoró porque en vez de un cuento me estaba saliendo una novela y no tenía ya fuerzas para luchar contra mis instintos y lo hice, presenté como tesis para graduarme como comunicadora social con énfasis en audiovisual; una novela sobre mi niñez, sobre los paros, sobre la época de Barranca, la época del inicio de los paramilitares, el exterminio de la guerrilla y de los sindicalistas; como si las dos cosas fueran lo mismo.

Seis meses realizando la novela, escribiéndola. Fue maratónico, la verdad no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, totalmente visceral iba saliendo mi hijito un poco prematuro. Y así de seis meses lo presenté.

— Hiciste todo al revés. ¿cómo haces la novela y no investigas ni siquiera qué es una novela testimonial? Cita autores, no te acabas de inventar la novela” — fue lo que me dijo Arturo Alape, bueno o mas o menos eso, no recuerdo exactamente las palabras sino el sentimiento de rabia, vergüenza y angustia que me hizo sentir. En pocas palabras me sentí estúpida.

La sustentación de mi tesis fue bastante peculiar porque fue en la casa de Arturo Alape, porque estaba muy enfermo, fue como dos meses antes de que muriera. Recuerdo que estaba enfrente de Arturo Alape con la cara de “no te creo nada” diciéndome que es bueno dejarse llevar por la intuición, pero que por favor estudiara. A sí que al esperar el veredicto, yo me encontraba en la cocina tomándome un tinto que me había preparado la esposa de Alape, con ganas de llorar y mandar a la mierda a todo el mundo.

— No pasó — dijo Arturo Alape muy serio.

Mi asesor al escuchar las palabras de Alape trató de explicar que él no estaba de acuerdo con mi tesis, que nos habíamos peleado y no había leído la última versión de mi tesis y ahí, vio la sonrisa de sorna de Arturo Alape que le había hecho una broma.

— No te preocupes, hombre, sacó 4.5

Volví a entrar a la sala donde me dieron la noticia, Pero no me alegró, me, seguía sintiendo tonta, así que Alape me dijo que la novela estaba bien, que tenía que trabajar más los personajes masculinos, en especial Vicente, si quería publicarla.

Creo que fueron las palabras de Alape que me hicieron ponerme a estudiar juiciosa las reglas de escritura y narración, ser un poco académica sin dejar la intuición, ante todo no dejar de ser yo.

Pero eso no acababa ahí, empecé la lucha de terminar mi novela, una primera corrección con base a las sugerencia de Alape, luego una segunda corrección, un segundo capítulo que había que mejorar. Así voy escribiendo, ya van dos años y no he terminado las correcciones. Y me estoy cansando, agotando, escribo de día y de noche, sólo escribo y reescribo y me duelen mis manos, porque no puedo dejar de escribir. cuando escribo de alguna extraña manera me aíslo, y soy feliz.

Al escribir me siento como en un estado de meditación, no estoy preocupada ni pienso en el pasado ni en el futuro, solo estoy en el presente maravillada del mundo que estoy creando. ¡Qué puedo decir la ficción me encanta! me atrapa porque con ella puedo expresarme sin temor a lastimar a alguien porque a pesar que muchas historias y personajes los saco de la vida real al dejarlo en el papel se trasforman y se vuelven universales, ya no estoy hablando de mi padre, por ejemplo, sino de “un padre”, eso me alivia y me quita la carga de ser una hijueputa que ando rajando de todo el mundo y más de mis seres queridos. La ficción me aleja de cualquier culpa de pensar tan mal de la gente que me rodea.

Por eso he tomado la decisión mis queridos lectores, amigos y familiares de suicidarme, encogí una forma lenta, nada dramática ni sangrienta, nunca me ha gustado la sangre y menos si viene de mi, así que lo haré lentamente.

Voy a suicidarme con pan blanco, sé que mi colon, tarde o temprano, no lo soportará.

Los quiere.

YESIYAZ.

viernes, 18 de enero de 2008

Preguntas sesión 19 de enero

¿Por qué escribe?
Es lo único que sé hacer. De eso vivo.
La escritura creativa, por la fantasía y por la libertad. Es de lo poco que sólo depende de mi.

¿Qué tipos de escritura hace? (cuentos, poemas, actas, informes, chat, etc)
Investigación legal/social, informes, ponencias, proyectos, mails.
Correspondencia ( por e-mail. Escribo los mails como si fueran cartas)
Diarios de apuntes.

¿En qué momentos escribe literatura?
Cuando me lo propongo. Sentada sola en mi cuarto.

¿Cómo es su ritmo de escritura (lento, rápido)?
Anda con cuidado. Lento pero seguro.

¿Cuando es “delicioso” el lenguaje? (el suyo o el de otros)
Cuando seduce. Cuando narra lo imperceptible, lo indescriptible.

¿Cómo es ese lenguaje?
Etéreo y poderoso.

¿Cuando es “detestable” el lenguaje?
Cuando sentencia.
¿Cómo es ese lenguaje?
Cuando no ofrece ni acepta alternativas, no por convicción, sino por estrechez.

¿Hay algo que usted haga para “entrar en estado de escritura”?
Solo empezar (a escribir)

¿Qué papel tiene el ser mujer en su escritura (si lo tiene)?
No lo sé. Debe tenerlo pero no lo sé. Yanina sólo resultó ser una mujer.

Escriba una pregunta profesional o académica y una pregunta personal que sean urgentes para usted en este momento.
1- ¿Estoy haciendo lo que quiero? ¿Que me motiva? ¿Como se conecta/ cómo conectar todo lo que me interesa?
2- La incidencia de la cultura en la libertad de expresión, para el libre desarrollo de la personalidad y la fijación/ transformación de estructuras sociales.
3- ¿Soy lo que soy? ¿Cómo soy? ¿Soy como quiero/ lo que quiero ser?

¿Las mujeres piensan diferente a los hombres?
Toda persona piensa diferente a otra. Lo de ser mujer y hombre es uno de los factores que incide en ese pensamiento. Creo que más que pensar diferente, los han educado a pensar en cosas diferentes.

¿Sobre qué quisiera escribir?
Contar lo que no se puede explicar...por ejemplo, sobre la injusticia, la verguenza ... la imaginación...¿sobre la realidad?

lunes, 14 de enero de 2008

PREGUNTAS PARA LA SESIÓN 19 ENERO

Juliana Borrero:

Antes de mi taller, quisiera que tomaran un tiempo para responder las siguientes preguntas. Háganlo en un momento en que puedan concentrarse, y respondan de manera breve, sin pensarlo demasiado. No se esfuercen por que sus ideas suenen elocuentes, ni por construir literatura; preocúpense por que esas breves respuestas reflejen de la manera más aproximada su relación con la escritura. Si alguna pregunta les molesta, díganlo de frente, y traten de puntualizar por qué. Quisiera que respondieran estas preguntas durante la semana, directamente en el blog, o me pueden enviar un correo si quieren más privacidad (julianaborrero@gmail.com).

Donde expira el pensamiento hay una idea […] En la punta de los pies está el salto – es allá para donde voy - Clarice Lispector

¿Por qué escribe?

¿Qué tipos de escritura hace? (cuentos, poemas, actas, informes, chat, etc)

¿En qué momentos escribe literatura?

¿Cómo es su ritmo de escritura (lento, rápido)? ¿Cuando es “delicioso” el lenguaje? (el suyo o el de otros)

¿Cómo es ese lenguaje?

¿Cuando es “detestable” el lenguaje?

¿Cómo es ese lenguaje?

¿Hay algo que usted haga para “entrar en estado de escritura”?

¿Qué papel tiene el ser mujer en su escritura (si lo tiene)?

Escriba una pregunta profesional o académica y una pregunta personal que sean urgentes para usted en este momento.

¿Las mujeres piensan diferente a los hombres?

¿Sobre qué quisiera escribir?

domingo, 13 de enero de 2008

EL MAPA ES EL CUERPO

UNA INTRODUCCIÓN
Por Juliana Borrero

El mapa es el cuerpo – Michael Deragon

Imaginen lo que puede significar tender el cuerpo sobre la falla –el cuerpo como sismógrafo, registrando la crisis -Rob Halpern[1]


Una mujer se saca las tripas por la boca y las deja caer en una pila a sus pies. “Luego tomo una de las puntas y comienzo a tejer, utilizando mis brazos como agujas de tejer hasta que lo he tejido todo. Sostengo este tejido enfrente de mi cuerpo desnudo de manera que me cubra. Por medio de esto saco afuera todo lo que no es mío y abro espacio para algo nuevo. Hago orden exterior de un enredo interior.” (Jayne Parker hablando de su performance, K, en De Preester)[2].

Desdoblar el cuerpo y poner lo íntimo afuera. Fundas de satín. Paredes de carne. Roja oscuridad. Sensación de cueva. La parte asesina. La parte libre. La parte balbuceante. La parte menos conocida… Venas, tripas, sangre, corazón. Una operación abierta de corazón abierto. Auto-operación en la que saco afuera la extrañeza de lo íntimo para conocerlo, explorarlo, reclamarlo, tejer un lugar para ello dentro del mundo social. Se busca el ser desde la crudeza de su base biológica: poner el dedo en el punto preciso del cuerpo donde es producida la subjetividad.

Sensación de déjà vu. Aún al más desprevenido espectador algo le grita por dentro que dice yo soy, o fui, o he sido. Esta forma de arte íntimo produce interés y a la vez incomodidad. Un interés que viene de la tripa –curiosidad, identificación, recuerdo corporal. Una incomodidad que viene de la piel, de la piel social, cuya función ha sido tapar –proteger, enmascarar la extrañeza profunda. Repudio. El cuerpo espectador grita: guarden ese pedazo de carne que han lanzado enfrente mío. Al menos cocínenlo, o háganle algo para que no me recuerde al pedazo de carne que soy. Algo así. La incomodidad no es casual sino necesaria. En la medida en que “la piel despierta”, el cuerpo hace reconocimiento de algo que estaba olvidado, escindido, desintegrado; y en ese momento, la obra gira. Hacia el otro.

No es de mí que trata este texto, es de ti. “Estoy escribiendo tus memorias te haré sentir, Hombre Muerto.” (Lou Robinson)[3]

Entendernos como cuerpos es entrar en un acto de re-membrar. Llegar al recuerdo de que somos cuerpos físicos conviviendo con otros cuerpos físicos en un mundo circundante en constante autocreación. (Ellie Epp, 2006)[4] Y todo lo que esto implica. Ya no la escisión cuerpo/mente/alma. No la distribución de: sentir, percibir, imaginar, pensar, como tareas aisladas. No la capacidad de razón separada de la capacidad de contacto. No la capacidad de vida supeditada a la academia.

Como cuerpos somos estructura (Ellie Epp, 2005)[5]; siempre cambiante, siempre en proceso. Somos estructura con características particulares; más -o menos- capaz de asumir la osadía de integrar. Ver más profundo. Pensar más lejos y más cerca. Inventar lo necesario. Captar al otro. Ser - más.

Retomar el sentido del cuerpo es posicionarse en una honestidad donde se parte de la propia estructura como incompleta. Se trabaja tanto con lo que se sabe como con lo que no se sabe, con lo que se es como con lo que no se es. Y todo trabajo, por objetivo que parezca, es trabajo que se hace sobre el cuerpo.

“El trabajo con el lenguaje es aquel donde el ser mismo está en juego” (Roland Barthes)[6]

“Trabajo hecho por nosotros mismos sobre nosotros mismos como seres libres” (Michel Foucault) [7]

¿Qué busca el trabajo desde el cuerpo? Renovar nuestras formas contacto con lo real. Poner en crisis lo que hemos sido, para entrar a crear lo que podemos, queremos y necesitamos ser.

Investigación: “trabajo hecho desde los límites de nosotros mismos” (Michel Foucault)

Asumir con todo el rigor, la inteligencia, la sensibilidad, la valentía, la generosidad – con toda la urgencia - la tarea de inventar el ser.

En el trabajo con el lenguaje, dar cabida al cuerpo es comprender que este lenguaje surge de y altera la estructura física de nuestros cuerpos; asimismo el funcionamiento de las personas. El diagnóstico del lenguaje siempre es el diagnóstico de un cuerpo. (Ellie Epp, 2005)

Todos escribimos con el cuerpo, pero escribir desde la conciencia del cuerpo es atreverse a dar el salto interior que permite que el lenguaje nos sorprenda, des(a)nudando nuestras partes segregadas, revelando conexiones inconscientes.

“Con esto hago orden exterior de un enredo interior”. (Jayne Parker, en De Preester).

Escribir desde el cuerpo es marcar el camino –célula a célula- de una trayectoria de lo que se ha sido y no se es, a lo que se necesita y se puede llegar a ser. El lenguaje se tiende como puente no metafórico sobre el abismo –la segregación- interior, haciendo posible en el texto la búsqueda de la estructura que clama cada cuerpo, la estructura que sería coherente con la forma de ese cuerpo, la estructura en la que el cuerpo se reconoce.

En complicidad con el cuerpo, el lenguaje es radical; puerta abierta hacia nuevas posibilidades de ser, mirada renovada sobre nosotros mismos. Y los otros. Una propuesta donde la máxima función del lenguaje no es su capacidad representativa sino de presentación, exposición, acto de hacerse presente y por medio de esto performar, componer el ser. Entre la piel y la tripa.

Rodé desnuda sobre una hoja de vidrio, luego sobre astillas de vidrio, y finalmente sobre la pantalla de papel. Las cortadas en mi piel resultantes de las leves heridas hechas con el vidrio roto son aperturas a lo íntimo, al interior de las venas, al interior del cuerpo… al observarse desde afuera el cuerpo es una superficie de proyección… la incisiones son aperturas hacia lo que está adentro, abren la imagen, son un corte sobre la superficie de proyección de la representación, es decir que el cuerpo corta la imagen de cuerpo, y se entrega a la mirada. La función simbólica del cuerpo es cortada y abierta [expuesta]. (Valie Export sobre su performance Eros/ion, en De Preester)

“El cuerpo, dominado por los signos sociales, es cortado y abierto a su dimensión biológica”. (Helena De Preester)

La escritura que performa el cuerpo, entonces, es el abordaje de esta como exploración la rareza, la belleza, la diversidad, lo que aún no sabemos, de la experiencia humana. Es buscar un sentido renovado a la vida desde las bases biológicas que nos hacen palpitar; desde la humildad de lo poco que sabemos y entendemos acerca de lo que somos. Se trata de una escritura que, como lo dice Helena De Preester refiriéndose al performance, esté a la medida de la tarea de “producir y reproducir el cuerpo una y otra vez. El cuerpo en movimiento y experiencia como un proceso de final abierto, abierto a la otredad, pero también vulnerable en su apertura [exposición].”
[1] Tomado de “Committing the Fault”, en Biting the error: writers explore narrative, Mary Burger, Robert Glück, Camille Roy, Gail Scott (eds.). Coach House Books, Toronto, 2004.
[2] Tomado de “To perform the layered body – a short explanation of the body in performance”, en Janus Head, 9 (2), Amhert, NY, en: http://www.janushead.org/9-2/DePreester.pdf
[3] Lou Robinson, Napoleon’s Mare. Fiction Collective Two. Illinois, 1991.
[4] Notas de curso sobre “Land and Mind”. Goddard College. Vermont, 2006.
[5] Notas de curso sobre “Speaking Bodies”. Goddard College, Vermont, 2005.
[6] En The Rustle of Language. Traducido por Richard Howard. University of California Press. Berkley, 1989.
[7] Tomado de “What is enlightenment?”, en Ethics, subjectivity and truth. Essential works of Foucault vol. 1. Paul Rainbow (ed.). The New York Press. New York, 1994.

sábado, 5 de enero de 2008

¡ESPERO QUE VISITEN MI BLOG!

Hola muchachas del laboratorio de futuras escritoras:
En la apertura de este 2008, y en medio de un "desparche" de vacaciones, mientras muchas de ustedes se encuentran viajando, pasándola sabroso con su familia, amigos, novio, esposo, etc, yo me tomé la tarea de abrir un blog enlazado con este, en él colgue algunos de los escritos que ya tenía, solo espero que lo visiten y que agreguen los comentarios que crean pertinentes. Solo dan clic sobre mi nombre, es decir, sobre Jenny Andrea y allí pueden ingresar a mi blog.
No siendo más, me despido no sin antes desearles que todos sus sueños y expectativas para este año, sean logros prontamente.
Un abrazo y nos vemos el 12
Yo...