jueves, 6 de diciembre de 2007

ES SOLO UNA HISTORIA

ES SOLO UNA HISTORIA…


Estoy tocando “satisfaction” de los Rolling Stones mientras contemplo aquella mujer sobre el montón de trapos que conforman mi cama, acariciando tontamente el perro derruido y sucio de mi vagabundo vecino, que se había entrado por el pórtico de mi casa ubicada en el centro de la ciudad. ¡Abusivo!, no el perro, sino mi vecino que de aposta y sabiendo que tipo de personaje tengo en mi casa suelta al perrito para incomodar… ¡perro! no el animal, sigo hablando del vecino.
Como ya es costumbre la doncella de millones de dólares se viste lentamente dándole tiempo al tiempo, tratando de ignorar que esta obligada a regresar a casa. Antes de marcharse le muestro el nuevo cuadro que estoy pintando para ella y aunque sus verdes y tristes ojos no la dejan pronunciar algún tipo de comentario sobre éste, yo se que le gustó. Se que le gusta ver retratado su cuerpo desnudo sobre la cama que tanto disfruta y en la que tanto la hago disfrutar, –algún día pagaran mis cuadros como si fueran hechas por Monet, Picasso, Dalí, Miró, ¡algún día!, grité mientras ella partía dentro de un taxi.
Prendo un cigarro piel roja y saco una cerveza del refrigerador que con el dinero que ella me dio, no por el sexo sino por las obras que le vendo, pude comprar,…!mentira! si es por el sexo, a quien voy a engañar, una mujer que puede tener la obra de cualquier artista famoso no valorará el trabajo de alguien como yo; sin embargo prefiero dejarlo en términos de mercadeo, es decir: “por la compra de un cuadro recibe como obsequio sexo gratis”, ¡eso! así suena mejor. Mientras sigo observando mi nuevo cuadro golpean a la puerta, supongo que es el vecino que viene por el perro, pero no, un hombre corpulento de tez negra, vestido gris y ojos color gato pregunta si tengo en venta mis obras. –Me han contando que es usted artista y yo estoy interesado en la compra de algunas de sus obras, soy coleccionista de arte y me interesa conocer el trabajo de gente nueva-. dijo, mientras sin permiso entra a mi casa y se sienta en el sillón haciendo a un lado el perro.
Yo quedo mudo, era acaso una broma o un regalo divino. –¿quién le habló de mi?, le pregunto mientras cierro la puerta.
- una conocida en común…más exactamente…!ella! dice el hombre cogiendo el cuadro que le había pintado a mi doncella.
- ¿ella?, repuse
- si ella es gran admiradora suya o… ¿acaso no le ha comprado varias obras?
- si, si, dije yo.
-Bien entonces no se que mas hay que explicar, quiero comprarle ésta
-esa no esta a la venta
-doy lo que pida por ella.
-no esta a la venta
-por favor, le puedo jurar que si usted me vende este cuadro su vida…cambiará
-y sino, dije intimidado
-sino, de igual forma cambiará
-pues si de ambas formas ha de cambiar mi vida, le repito que no esta a la venta.
5 segundos de su ojos sobre los míos fueron suficientes para saber que nada bueno me traería la visita de este sujeto. Sin decir nada más dio la vuelta y se marcho. De razón que desconfías tanto de los gatos, digo en voz alta dirigiéndome al perro.
Días después el golpe a la puerta despierta mi trasnochado sueño, al abrir no encuentro a nadie, solo un paquete en forma de cuadro envuelto con un fino papel satinado con cinta roja, no trae tarjeta , ni nada que identifique su remitente, ni mucho menos su destinatario. Pese al bonito empaque lo abro como abro todas las cosas en mi vida, incluyendo las blusas de las mujeres, es decir… a rasguños. Veo la imagen del cuadro y quedo frío, está dibujado el hombre de tez negra que me había visitado y junto a él está mi doncella, tirada en el piso con la cara golpeada, asustada, arrinconada a una pared, él cogiéndola del cuello a una sola mano y con la otra un puñal apuntándole a sus entrañas. En la parte de atrás del cuadro decía:
“mi esposa y yo le enviamos un obsequio esperando que sea del agrado de un artista de su talla”. Trato de asimilar lo que estoy viendo, el perro empieza a ladrar con alaridos, me hace dejar el cuadro a un lado señalándome que me asome a la ventana, al hacerlo veo frente a mi casa dos hombres armados y en la mitad de ellos a mi doncella con su maltratador y millonario esposo, veo como se besan sin pudor, como ella con su cara golpeada lo besa, a mi jamás me había besado así…tan sin falta de pasión.
Doy la espalda a la ventana, cierro los ojos y no los vuelvo a abrir hasta que escucho el ruido de un carro marcharse, vuelvo y miro el cuadro, la recuerdo a ella, ¿a que juega?, si él le hace daño porque no se aleja, porque no se va,- porque, porque, porque tiene dinero, me dice mi vecino que viene a llevarse el perro.
-¡hasta el perro se va!.

Pasa el tiempo y aunque llevo meses escuchando “piece of my heart”, y “bye bye baby” de Janis Joplin, no logro sacar los recuerdos de mi cabeza. Golpean a la puerta y encuentro un paquete, parecido al de esa vez, es un inmenso cuadro, envuelto en bolsas plasticas de colores, con miedo lo abro, el oleo está en blanco, en la parte de atrás tiene ajustado un gran folio, su contenido… piezas originales de Miró de Rembrandt, Kandinsky, Gauguin, Botticelli y no se cuantos más. Un bien doblado articulo de periódico sale a volar, al leerlo me entero del asesinato del hombre millonario, aquel de tez negra y ojos de gato. ¿quién lo mato?, según el artículo aun no se sabe; pero afuera de mi casa suena la canción “freedom” de Jimi Hendrix, me asomo a la ventana y esta mi doncella, sin golpes, sin torturas, sin tristezas, sin marido.
-¡el oleo es para que me vuelvas a pintar desnuda…pero junto a ti! Grita ella.
-si compras un perro dalo por hecho, le digo yo.


Autor: Angela Lancheros M.



2 comentarios:

Consorcio La Lupe dijo...

Angela, el texto tiene un ritmo propio bastante interesante. La historia marginal del pintor llama la atención, pero siento que leo un fragmento de una gran historia ¿Se concluyeron todos los capítulos?
Vanessa

Andrea Juliana Enciso dijo...

A mi,me gusta aquello de la musica como hilo conductor de la trama, muy chevere las letras como indicadoras del momento del cuento, pero lo que me hace irme de bruces es la falta de verosimilitud, por las obras plásticas, por el contexto y el final ¿no serán muchas vueltas? hay una película que te gustaría probablemente : hierro número 3, aqui la tradujeron como el espiritu de la pasión, tiene por los laditos el sentido de la bella liberada...